Decidir qué clase de proyecto le conviene más puede ser un proceso largo y complicado; se debe plantear una serie de interrogantes importantes antes de elegir el lugar y el trabajo que realizará. Ser honesto con uno mismo y conocer los propios puntos fuertes y débiles le permitirá alcanzar sus aspiraciones y beneficiará al proyecto en mayor medida.
Aspectos a tener en cuenta:
¿Disfruta más trabajando en un grupo grande o pequeño?
¿Es usted paciente?
¿Tiene don de gentes o se le da mejor el trabajo manual?
¿Habla bien el idioma como para abordar temas delicados como son el abuso, el alcoholismo, el abandono, etc.?
¿Coincide el tipo de voluntariado que desea realizar con sus aspiraciones profesionales?
¿Cómo puede contribuir al proyecto, qué puede aportar y, qué espera obtener de él?
Existen multitud de opciones hacia donde puede dirigir su trabajo voluntario dependiendo de sus respuestas a estas preguntas. Algunas alternativas son las siguientes:
Construir una vivienda, hospital o escuela
Monitor de niños en situaciones inapropiada
Trabajar en proyectos para después de cla
Agricultura de desarrollo
Conservación de especies en peligro en zonas protegidas
Ayudar en excavaciones arqueológicas
Apoyar los derechos humanos
Una vez que averigüe en qué clase de proyecto quiere participar debe pensar en la duración del mismo, la época del año en la que quiere viajar y el presupuesto que necesita.
Muchas personas no se pueden permitir dedicarse a un proyecto largo por compromisos de trabajo, de familia o debido a aspectos económicos; aunque tanto voluntarios como proyectos se pueden beneficiar de la colaboración dure esta lo que dure. Quienes tengan problemas con las fechas se pueden dedicar a proyectos de construcción o de conservación, por ejemplo, y, aquellos que disfruten de más holgura y quieran integrarse más profundamente o ayudar en proyectos sociales pueden hacerlo durante un periodo de tiempo más largo.
Es importante informarse sobre los diferentes programas, su coste y el tipo de voluntariado que ofrecen, y si forman parte de alguna organización religiosa o política. Se recomienda acudir a alguna organización o programa establecido para preparar su
voluntariado, aunque puede hacerlo por su cuenta una vez en el país de destino. Tenga cuidado con algunas organizaciones que parecen legítimas y en lo único en lo que están interesadas es en hacerse con su dinero. Debe investigar y, si es posible, hablar con amigos o conocidos en el país que le puedan asegurar que el proyecto elegido pertenece a una organización genuina. Aunque algunas agencias normalmente cobran algo, dan garantías de que sus coordinadores han investigado el proyecto y conocen todos los aspectos relacionados con el trabajo. La mayoría de proyectos no cuentan con el presupuesto necesario para alojar y alimentar al voluntario, por lo que se aconseja ahorrar antes de abandonar su país de origen; la ayuda de amigos y familia es importante en este aspecto y les permite formar parte de la experiencia.